La Creatividad

06.09.2014 10:02

                                                                                                                                                                                                                                                  Por Valeria Quiroga

    Comúnmente, se entiende por creatividad a la capacidad que tiene una persona para formar algo nuevo desde la nada o producir algo que no existe, de manera que surja una idea o un proyecto original, y porqué no hasta revolucionario (Leloir, 2014). En ocasiones, se la puede vincular con la inteligencia, definida como aquella capacidad de poder encontrar los  medios adecuados para arribar a un objetivo. De hecho, tomando la etimología de la palabra creatividad, encontramos que deriva del latín creare que significa engendrar, producir o crear (Churba, 2011). En contrapartida, se la suele confundir con el término innovación (Leloir, 2014). No obstante, creatividad e innovación representan dos caras de una misma moneda, ya que la creatividad está relacionada con el aspecto psicológico en la habilidad para pensar una idea única y diferente, en cambio la innovación está relacionada con la implementación de esas ideas nuevas. Por dicho motivo es que una persona creativa no siempre es innovadora, al igual que un innovador no siempre es creativo (González Valdés, 2000).

        Sin embargo, encontramos que la creatividad engloba otras conductas. Así, nos permitimos mencionar a la resiliencia, definida como la aptitud para enfrentar la adversidad y salir fortalecidos a pesar de los obstáculos. De esta manera, podemos hacer un paralelismo entre la creatividad y la resiliencia ya que consideramos que ambos conceptos se interrelacionan entre sí y se complementan. Ahora bien, ¿se podrán desarrollar estas aptitudes? Consideramos que las conductas se pueden desarrollar con plenitud, no sólo si existen en forma potencial en una determinada persona, sino también, --y no es un dato menor-- si la persona se encuentra inmersa en un ambiente facilitador y estimulante. En este caso, se puede contribuir a que emerjan incentivando la construcción de redes, que pueden ser tanto personales, afectivas, como laborales, ya que toda relación afectiva contribuye a la autoestima, la confianza en sí mismos, y a la contención, las cuales funcionarían como favorecedoras de la conducta creativa y resiliente, ya que facilitan la abolición de inhibiciones. No debemos olvidar, que las inhibiciones coartan tanto la libertad de acción como la capacidad volitiva, limitando, por tanto, el pensar creativo y la conducta resiliente. Por esta razón, asimismo, conforma una buena práctica, el hecho de que las empresas ofrezcan a sus empleados espacios motivacionales, como una manera de incentivar el pensamiento novedoso. Pensamiento que conlleva un beneficio para la organización, desde el momento que puede implicar la implementación de nuevas técnicas y métodos productivos, administrativos y/o tecnológicos.

      Por otro lado, es notable el modo en que la creatividad incide en el rendimiento. Investigaciones realizadas (González, 1984, 1986) han demostrado que los perfiles creativos se caracterizan por tener más de un objetivo planteado. Esto les permite pasar de un objetivo a otro en diferentes planos temporales, no dejando resto para el "vacío motivacional" (González Valdés, 2000 p. 15), en caso que se presente algún tipo de bloqueo en cualquiera de dichos objetivos.

      Cuando en una búsqueda laboral investigamos la creatividad, no sólo sale a la luz a través de la entrevista, es decir, en el conocimiento que alcanzamos de esa persona, sino que en las técnicas psicodiagnósticas administradas se puede observar, en la calidad de los trazos realizados, en la grafología, en la capacidad para integrar distintos elementos plasmados en las técnicas proyectivas, así como en su capacidad de abstracción, en su rapidez para encontrar asociaciones y la habilidad para expresar su universo simbólico.

Referencias

Churba, C. (2011). El poder de la creatividad. Versión electrónica disponible en:https://blogsdelagente.com/carloschurba/2011/07/08/etimologia-de-la-creatividad/comment-page-1/#comment-220

González, A. (1984). Estudio sobre factores que inciden en el rendimiento creativo en innovadores cubanos. Manuscrito inédito. CIPS, Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, La Habana, Cuba.

González, A. (1986). Experimento formativo para el desarrollo de la creatividad en la industria. Manuscrito inédito. CIPS, Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, La Habana, Cuba.

González Valdés, A. (2000). Análisis de experiencias aplicadas sobre innovación y creatividad: Precisiones conceptuales y resultados. CIPS, Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, La Habana, Cuba. Versión electrónica disponible en: https://168.96.200.17/ar/libros/cuba/america.rtf

Leloir, G. (2014). Comunicación personal.